EL PLAN FAMILIAR DE PROTECCIÓN CIVIL.
Es el conjunto de actividades que los miembros de una familia deben realizar antes, durante y después de que se presente una situación de desastre; en él se deben considerar las medidas preventivas y los conocimientos necesarios para actuar de manera organizada. Recuerde, el objetivo final es el de reducir y mitigar los efectos destructivos de los fenómenos que provocan desastres y sus consecuencias sobre su familia.
Un plan preventivo requiere que quienes participan en él lo hagan de manera coordinada y con un sentido de unión familiar. Por ello es importante que todos los miembros de la familia y las demás personas que viven en el hogar conozcan las medidas incluidas en el mismo.
Elaborar un plan es muy sencillo y útil, incluso puede resultar hasta divertido para usted y todos los que habitan su hogar, además, debe elaborarse con anticipación para prepararse convenientemente.
Se recomienda contemplar la participación de los niños con el propósito de que sepan qué deben hacer y puedan así colaborar con las personas mayores.
OBJETIVOS:
Que todos los miembros de la familia sepan que hacer antes, durante y después de un desastre, a través del conocimiento de las medidas básicas de preparación y autoprotección.
Asimismo, conocer que tan segura es nuestra casa y sus alrededores, además de las acciones que se deben llevar a cabo para corregir y mejorar sus condiciones de seguridad. Por otro lado, conocer la lista de utensilios y materiales que se recomienda tener a la mano para su mejor autoprotección, comunicación y abastecimiento.
CONTENIDO:
El Plan Familiar de Protección Civil deberá incluir las medidas adecuadas para:
Primero: Revisar el estado que guarda la construcción de nuestra casa, sus instalaciones y el mobiliario, así como los peligros que puedan presentar sus alrededores, con el fin de detectar y reducir los riesgos potenciales, buscando: Que la casa ofrezca la máxima seguridad.
Segundo: Diseñar rutas con vías de escape o evacuación y salidas más seguras y próximas para alejarse de algún lugar de alto riesgo.
Tercero: Preparase para tomar las decisiones más adecuadas para afrontar el desastre de acuerdo a las circunstancias de la situación que se pueda presentar y así Saber qué hacer.
Cuarto: Realizar periódicamente ejercicios o simulacros en el hogar para estar siempre preparados.
¿Cómo detectar y reducir los riesgos a que estamos sujetos?
Comience por elaborar un croquis sencillo de su casa y alrededores, en el que pueda anotar las observaciones sobre posibles riesgos en su hogar y del entorno, así como las recomendaciones para reducirlos.
Marque, asimismo, otros elementos de peligro como pueden ser alcantarillas o registros sin tapa, roturas o desniveles en el piso, salientes en los muros, rejas, cables tendidos, macetas o jardineras y otros objetos en general que pudieran provocar daños.
Posteriormente, asegure los objetos detectados que pudieran caer en caso de un temblor o salir proyectados durante un huracán y almacene adecuadamente las substancias inflamables que puedan provocar un incendio, con el fin, precisamente, de reducir los riesgos.
Diseño de las rutas de escape:
Para diseñar las rutas de escape o evacuación primero debe definir el lugar más seguro, tanto dentro como fuera de su casa; el lugar más seguro es aquel que le ofrece mayores posibilidades de sobrevivir en un desastre, identifíquelos y márquelos en el croquis, con flechas de color verde, las rutas para llegar a los lugares más seguros dentro de su casa y las que conducen a ellos fuera de la misma, retire los objetos que puedan ser obstáculo en las rutas de escape. Es importante pensar no sólo en las más directas, sino en las que tienen menos peligro. Señale en el mismo croquis la distribución más conveniente del mobiliario para lograr mejores rutas de escape .
Cuando ya tenga las alternativas de rutas de salida, mida el tiempo que necesita para llegar a los sitios seguros fuera de su casa, partiendo de diferentes lugares de ella, y escoja la que menor tiempo le lleve recorrer.
No olvide, para evacuar a los niños pequeños, ancianos y personas con impedimentos físicos, el tiempo necesario puede ser mayor, por lo tanto considere la posible ayuda que necesitarán.
Toma adecuada de decisiones:
Conservar la calma es el elemento crucial para sobrevivir a una situación de emergencia, por ello, debe saber cómo comportarse y qué medidas ejecutar.
Una de las decisiones que muchas veces se tiene que tomar en una situación de emergencia es la de quedarse dentro o salir de la casa. No hay una respuesta común para todas las situaciones, un lugar es más seguro en el grado en que se encuentre menos expuesto a riesgos; es decir, en cuanto cumple mejor el propósito de sobrevivencia.
Un lugar afuera no necesariamente es más seguro que el interior de la casa, puede decirse que, cuando es posible salir, lo hagamos con la seguridad de no exponernos. Para lo cual, los criterios que hay que tomar en cuenta son:
En caso de huracán, la mejor protección es permanecer en casa, con las ventanas protegidas con cintas de aislar, o dirigirse con anticipación a un refugio.
En Caso de incendio, es indispensable salir inmediatamente de la casa por la ruta más adecuada.
En caso de inundación, se recomienda evacuar la zona cuando se tenga noticia de que va a suceder, pero si no es posible hacerlo, entonces permanezca en las partes altas de su casa.
En caso de sismo, quedarse en la casa cuando la construcción sea confiable y, salirse si hay un lugar seguro afuera y si el tiempo de salida es menor a 60 segundos.