¿Tirador Activo? ¿Amok? ¿Más lenguaje técnico?
Por Cecilio Andrade.
A
cabo de leer una de las obras de Ernest Hemingway. Seguro que muchos opinarán que es alguien bastante alejado de mi “supuesto” perfil literario para poder emplearlo en trabajos referentes a la seguridad y el uso de armas. El gran premio Nobel en Literatura y pacifista, sobre todo tras pasar por la Guerra Civil Española en las filas de las Brigadas Internacionales, no me dice mucho normalmente, lo que con más seguridad aún hará que mucha gente se lleve las manos a la cabeza por esta herejía. “¿Cómo puede no gustarle?” Pues no, no es mi literato favorito, por más que aun así reconozca su genialidad como “juntaletras” divino, “lo cortés no quita lo … sincero”. Bueno, regresanto a la entradilla de este trabajo, en mis recientes lecturas encontré, y marqué varias frases geniales. ¿Ven? Guste o no el origen siempre se aprende… si se quiere aprender, por supuesto. Lo cierto, lo crean o no, es que aprender acaba siendo adictivo.
Una de los primeros “rayajos” que le realicé al texto fue “Todo lo verdaderamente malvado empieza por algo inocente”. Aplíquenlo al tema del presente trabajo y verán que bien se acomoda. En realidad a infinidad de cuestiones más, pero hoy toca lo que toca. Otra más “El valor es gracia bajo presión”. Esta en particular me dejó pensativo durante largo rato. Porque de una forma u otra es la pura verdad. No entendí “gracia” como broma o chiste, tampoco como regalo, ni tampoco como virtud, ni casi ninguna de las más de veinte definiciones que la Real Academia le asigna. Pero dos en particular me parecieron perfectas, “elegancia, armonía y desenvoltura de los movimientos de una persona o un animal” y “habilidad natural para hacer bien ciertas cosas”. Ciertamente ir en contra de los más básicos instintos animales para proteger a personas desconocidas, que en circunstancias normales nos mirarán despreciativas por encima del hombro, requiere elegancia, armonía, desenvoltura y habilidad natural para hacer bien ciertas cosas. Sin duda alguna se requiere gracia en el valor.
La siguiente me encantó por lo que siempre les recomiendo, movimiento es vida, ¿lo recuerdan? Moverse para luchar, moverse para vivir, moverse para disparar, moverse para que no nos “paren”, mover el cuerpo, mover la mente. Hemingway lo borda con “nunca confundas movimiento con acción”. Sin duda hay movimientos y convulsiones, y para sobrevivir se necesita saber moverse y como hacerlo. Raras veces una convulsión ha salvado una vida.
Espero sepa como mover mi musa para interesarles con este aburrido tema “no táctico”.Antes de comenzar consideren un aviso, no hablaré de acciones policiales, tácticas, operativas ni nada similar. Periodistas inconscientes y políticos oportunistas ya se encargan de desvelar como trabajan estos sacrificados compañeros, haciendo cada vez más difícil su trabajo, y más fácil el de los desgraciados que dan pie al presente texto. No voy a dificultar, más de lo que ya lo hacen estos dos colectivos en particular, la labor, y sacrificio, de todos los compañeros operativos. Si buscan eso mejor vayan a otros enlaces más tactical-cool, sin duda alguna mi trabajo les aburrirá.
Dicho lo anterior pasemos a la soporífera cuestión, comenzando con un poco de Historia y antecedentes de este aparentemente tan “moderno” evento.
Lingüística, Psiquiatría, Historia y Antropología.Christopher J. Moore, en su libro “In Other Words: A Language Lover's Guide to the Most Intriguing Words Around the World” (“En otras palabras: Guía de un amante de la lengua por las palabras más intrigantes en el mundo”), cataloga un conjunto de vocablos, provenientes de las más variadas lenguas, que no tienen correspondencia directa en ningún otro idioma más que en el suyo de origen, por lo que son definitorias en si mismas y/o deben ser expresados con perífrasis más o menos aproximadas. Hablamos de un grupo de palabras intraducibles que, por su capacidad semántica, han logrado incorporarse a diferentes idiomas, desarrollándose y mutando hasta alcanzar un nuevo significado. “Amok” es una de ellas
Proveniente del malayo, hacía refería originalmente a los ataques suicidas emprendidos contra el enemigo durante una batalla, en un trance de furia ciega, al igual que los legendarios guerreros berseker de mis ancestros germanos. A principios del siglo XX, sin embargo, también entre los malayos, esa táctica de combate se convirtió en una forma más de simple suicidio, aunque en este caso con gran perversión, pues el que corría amok, fruto de un enloquecido furor asesino, distinto en sus fines, pues no se trataba de vencer a ningún enemigo declarado, aun sirviéndose de los mismos medios, corría por las calles sustrayendo cuanta vida se cruzaba por su camino. De esta forma obligaba a matarlo como única forma de suprimir la amenaza. Bajo dicha definición, amok entró en el “Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” de la American Psychiatric Association (APA). Con el tiempo, debido a una serie de episodios que veremos más adelante, el término volvió a definirse y adoptó su significado más conocido y actual.
Bajo la actual situación de guerra no declarada, no me disculpen mi falta de corrección política, asumo mi opinión, las víctimas dejaron de ser indistintas, la espontaneidad furibunda cedió su lugar al cálculo frío y matemático de pura masacre. Desaparece el elemento de la impremeditación, siendo el perfil predominante de los homicidas/suicidas amok el de menores de 30 años, públicamente inofensivos y simpáticos. El shock producido por lo repentino de sus acciones los convierte en armas políticas de destrucción masiva respecto a las personas de nuestras sociedades. Y, de nuevo mis incorrectas opiniones que no quiero que disculpen, hablamos de personas y sociedades “bien pensantes”, “politicamente correctas”, además de moral, ética y psicológicamente indefensas, con el agravante de elegir esa indefensión de forma consciente y voluntaria.
Todo lo cual los convierte en el mejor campo de acción para las acciones amok y de tirador activo, victimas voluntariamente aborregadas e indefensas por decisión consciente de serlo. Triste y deplorable escenario.
Por cierto, ¿sabían que el término fue popularizado por los relatos coloniales de Rudyard Kipling? Si gustan pueden investigarlo, la lectura les resultará grata.
Síndrome Amok.En Psiquiatría, el ataque homicida definido como “síndrome Amok” es un síndrome cultural ligado a la cultura que consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, con el resultado que la persona afectada corra alocadamente y ataque, hiriendo o asesinando indiscriminadamente a quien aparezca a su paso, hasta que el sujeto, o sujetos, sean neutralizados o se suiciden. La definición fue dada a conocer por el psiquiatra estadounidense Joseph Westermeyer en 1972. Según los colegas profesionales de este autor, el ataque homicida salvaje va precedido por lo general de un período de preocupación, pesadumbre y depresión moderada. Tras el ataque, la persona queda exhausta, a veces con una amnesia completa, y eventualmente acaba suicidándose.
Según la Organización Mundial de la Salud por Amok se entiende:
- “Episodio aleatorio, aparentemente no provocado, de un comportamiento asesino o destructor hacia los demás, seguido de amnesia y/o agotamiento. A menudo va acompañado de un viraje hacia un comportamiento auto-destructivo, es decir, de causarse lesiones o amputaciones, llegándose hasta el suicidio".
El nombre procede de la palabra malaya meng-âmok, que significa “atacar y matar con ira ciega”, pues fue allí donde fue observado este fenómeno por primera vez. De hecho, la Real Academia define «amok» del modo siguiente:
- "Entre los malayos, ataque de locura homicida".
En algunos contextos su aparición se sigue limitando a ciertos espacios geográficos, incluso la Asociación Americana de Psiquiatría la clasificaba hasta hace pocos años como una de las "enfermedades ligadas a fenómenos culturales" y la vinculaba con el dhat (propio de la India) y el latah (que aparece en el Sureste de Asia y el Pacífico Sur). Sin embargo, se ha descrito en otros ámbitos culturales bajo denominaciones diferentes, como berserk en Escandinavia, cafard en Polinesia, iich’ aa entre los indios navajos, etc. Además, la Criminología caracteriza muchos asesinatos masivos como productos de este síndrome.
El amok guarda cierta semejanza con la secuencia de explosión-bloqueo, propia de ciertas personalidades en ese contexto.
Veamos algunas tragedias adjudicadas como consecuencia de un síndrome Amok.
• 4 de septiembre de 1913, Vaihingen an der Enz (Alemania), 17 muertos.
• 18 mayo de 1927, Bath, Míchigan, 45 muertos.
• 21 de mayo de 1928, Pobla de Pasanant, Tarragona, Cataluña, España, 10 muertos y 2 heridos .
• 6 de septiembre de 1949, Camden, Nueva Jersey, 13 muertos.
• 11 de junio de 1964, Colonia, 10 muertos.
• 1 de agosto de 1966, Universidad de Texas en Austin, 17 muertos y 32 heridos.
• 3 de junio de 1983, Eppstein, Hesse, 5 muertos, 14 heridos.
• 4 de diciembre de 1986, Bogotá, Colombia, 29 muertos. Llamada la Masacre de Pozzeto.
• 1989, Rauma (Finlandia), un joven de 14 años mató a dos compañeros de colegio.
• 6 de diciembre de 1989, Escuela Politécnica de Montreal, Quebec, Canadá; 14 muertos y 14 heridos; suicidio del autor.
• 13 de marzo de 1996, Dunblane, Escocia, 17 muertos, 16 niños y su profesora, abatidos en su escuela de primaria.
• 28 de abril de 1996, Masacre de Port Arthur, Tasmania, 35 muertos.
• 20 de abril de 1999, instituto Columbine, Littleton, Colorado, 15 muertos y 24 heridos.
• 27 de septiembre de 2001, Zug, Suiza, 15 muertos.
• 26 de abril 2002, Erfurt, 17 muertos.
• 28 de septiembre de 2004, Carmen de Patagones, Argentina, 3 muertos, 5 heridos.
• 13 de septiembre de 2006, Westmount, Quebec, Canadá: Dawson College; 1 muerto, 19 heridos.
• 20 de noviembre de 2006, Emsdetten, Alemania, 1 muerto, 37 heridos.
• 16 de abril de 2007, Virginia Tech, Blacksburg, Virginia, 32 muertos, 29 heridos.
• 7 de octubre de 2007, Crandon, Wisconsin, 7 muertos y varios heridos.
• 7 de noviembre de 2007, Jokela School Centre, Tuusula (Finlandia), 8 muertos.
• 5 de diciembre de 2007, Westroads Mall, Omaha, Nebraska, Estados Unidos, 9 muertos, incluido el asesino.
• 14 de febrero de 2008, Northern Illinois University en DeKalb, Illinois, Estados Unidos, 6 muertos incluyendo el asesino.
• 8 de junio de 2008, Tokio: un hombre mata con un cuchillo a siete personas en la zona comercial de productos electrónicos de Akihabara.
• 23 de septiembre de 2008: un estudiante irrumpe en el instituto profesional de Kauhajoki (Finlandia) y dispara contra los alumnos; 9 muertos.
• 11 de marzo de 2009, Masacre de la escuela secundaria de Winnenden, 16 muertos.
• 18 de septiembre de 2009, Ciudad de México: Un fanático religioso mata a un civil y a un policía en la estación Balderas del Sistema de transporte Colectivo Metro.
• 7 de abril de 2011, Masacre de la Escuela Pública Municipal Tasso da Silveira, Rio de Janeiro: Un ex estudiante de la escuela irrumpe en el local asesinando a 12 niños y luego se suicida.
• 17 de julio de 2011, Santiago de Chile: un hombre dispara dentro de un vagón de tren; 3 muertos (incluido el asesino) y 4 heridos7
• 20 de julio de 2012, Aurora (Colorado): James Eagan Holmes irrumpe en un cine y deja 12 muertos y 59 heridos .
• 14 de diciembre de 2012, Masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook, en Newtown,Connecticut Estados Unidos: donde el perpetrador de los hechos disparó y mató a 27 personas, 7 adultos y 20 niños, para luego suicidarse.
• 21 de julio 2016, Tiroteo de Munich de 2016, un joven germano-iraní de 18 años mató a 9 personas.
Tras ver la referencia académica, psiquiátrica, antropológica e hístórica pasemos a la parte más “moderna” del concepto amok.
Tirador activo.El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos define “tirador activo” como:
- Una persona participando activamente en el asesinato o intento de asesinato de personas en un espacio reducido y poblado.
Dicha definición que ya nos da una pista de que el moderno concepto de “tirador activo” va más allá del ya definido concepto académico, psiquiátrico, antropológico e hístórico de “sindrome amok”. Actualmente estos incidentes involucran generalmente armas de fuego y objetivos o víctimas seleccionados al azar pero en recintos perfectamente analizados y estudiados por los ejecutores.
Como premisa general básica cualquier persona que esté involucrada en un incidente de este tipo debe llamar a la línea de emergencias, en servicio en su respectivo país, tan pronto como sea seguro hacerlo. Los eventos de tiradores activos suelen durar de 10 a 15 minutos, la mayoría veces terminan antes de que lleguen las autoridades de orden público, así que debemos tener claro cómo responder si ocurre lo impensable. Como variante más moderna, los actuales eventos de tiradores activos extienden su acción hasta que son abatidos. En algunos de los casos más recientes fueron neutralizados horas después, dejando como resultado decenas, o centenares, de muertos y heridos.
Los tiradores activos sin implicación política pueden ser trabajadores actuales, extrabajadores, familiares, amigos, así como personas completamente desconocidas. Aunque es difícil prever las acciones de un desconocido podemos detectar ciertas características que indican que una persona podría estar planeando una acción del tipo tirador activo.
Se recomienda informar de cualquiera de las siguientes observaciones, o malas “corazonadas”, al supervisor, gerente o directora de recursos humanos:
- Incremento en el uso del alcohol, drogas y ausentismo laboral.
- Menor preocupación por la higiene y apariencia.
- Depresión y/o aislamiento social.
- Desprecio por la calidad en el trabajo o políticas de la empresa.
- Cambios en el estado de ánimo y respuestas emocionales excesivas.
- Comportamiento o conversaciones paranoicas, suicidas o referencias al día del juicio final.
- Referencia sobre actos violentos, así como el empleo antisocial y agresivo de armas como temas de conversación.
Acciones ante tiradores activos.
Una vez enfrentados con una situación de tirador activo, tradicional o más “integristamente” actual, la mejor opción es la de evacuar la zona de acción y/o de riesgo. Para las evacuaciones debemos considerar:
• Siempre conocer al menos dos salidas y rutas de escape en todos los edificios que se visite, resida o trabaje.
• Guiar a otros hacia la ruta de escape e intentar impedir que ingresen a la zona del tiroteo.
• Salir, independientemente de si otros le siguen o no.
• No intentar trasladar a personas heridas.
• Mantener las manos visibles en todo momento.
• Seguir las instrucciones de la policía.
Si no es posible escapar del escenario es necesario encontrar un lugar donde esconderse.
• Encontrar una habitación con única puerta que se pueda cerrar con llave y/o colocar barricadas.
• Permanecer en el interior de la habitación.
• Manténerse fuera de la vista de ventanas.
• Silenciar el teléfono celular, apagar radios, televisores, etc.
• Permaneciendo en silencio.
• Estar dispuesto a defender el punto de acceso.
La peor de las situaciones es no poder evacuar ni ocultarse, debemos llamar al número de emergencias local, manteniendo la comunicación con el operador y dejando abierta la línea para que puedan escuchar y grabar los eventos. Es necesario esforzarse en describir la ubicación, al tirador o tiradores, armas, así como toda aquella información que pueda ser útil a las autoridades.
Conservar la calma es fundamental, escuchar y pensar, teniendo muy claros y definidos los siguientes movimientos y acciones a realizar.
Solamente como último recurso y cuando una vida, propia o de alguien próximo, está en “inminente peligro”, deben tomarse acciones directas contra el tirador.
Si es preciso tomar dicha acción, hay que atacar de forma agresiva, violenta y brutal, de tal forma que el tirador resulte abrumado por las acciones en su contra, imposibilitándole reaccionar de forma efectiva. Emplearemos todas las armas improvisadas que encontremos a nuestro alcance, un extintor da muchas posibilidades, pero tambien luchar arrojando cosas, golpeando, gritando, incluso mordiendo si es necesario. Hay que comprometerse total y completamente en las acciones agresivas, sin dudar ni detenerse hasta neutralizar al tirador.
Cuando las autoridades de seguridad pública lleguen al escenario de un tirador activo, su primera prioridad será detener al tirador. Ellos pasarán de largo a las víctimas heridas y llevarán al suelo a todas las personas presentes a fin de detener la violencia. Es necesario escuchar las órdenes de los oficiales, mantener las manos visibles, elevadas y con los dedos extendidos. No gritar, sujetar, apuntar ni generar ruidos que distraigan durante las acciones de los oficiales.
Dada la situación de riesgos potenciales que día a día actual nos genera, cada ciudadano debe crear un plan de acción de emergencia para responder ante tiradores activos. Algunos puntos básicos pueden ser los que a continuación les desgloso.
• Recopilar nombres y números de teléfono de personal de emergencia, hospitales, gerencia y encargados del edificio.
• Analizar cómo alertar en caso de un incidente.
• Siendo responable de una instalación y/u oficina, se puede crear y tilizar una palabra clave de alerta para uso disimulado directo, por megafonía, por llamada telefónica, mensajes de texto, etc. que alerte al personal propio.
• Si el edificio es de uso cotidiano obtener planos que muestren la ubicación de salidas, extintores, botiquines, listas de personal, linternas, dispositivos de comunicación, etc.
• Si el recinto es público, centro comercial, lúdico o zona de diversión, es dificil conseguir los datos del punto anterior, pero no tanto el hacer un reconocimiento y análisis para prever emergencias, ya sea la que comentamos o un incendio, por ejemplo.
Una empresa, negocio, oficina, institución o cualquier entidad susceptible de riesgo, debe implementar procedimientos de respuesta,.
• Creando un plan escrito.
• Entrenar al personal para seguir el plan y sobre cómo reaccionar al escuchar disparos.
• Llevar a cabo simulacros de emergencia sobre escenarios de tiradores activos.
• Evaluar el éxito de los simulacro y ajustar el plan y entrenamiento según sea necesario.
Las situaciones de tiradores activos serán aleatorias para las víctimas, potenciales o efectivas, con el desarrollo de eventos rápidos e imprevisibles. Pensar y ensayar la respuesta apropiada “antes de” puede aumentar la probabilidad de supervivencia durante un evento, así como limitar las consecuencias posteriores del mismo.
Como les dije al principio del texto no pretendía rebelar secretos de actuación táctica, tan solo desglosar las factores que el menos común de los sentidos nos diría si lo escucháramos, así que háganlo, escuchen a su “sentido común”, la época que nos ha tocado vivir lo requiere.
Cuidense y cuiden de los suyos.
Centroamérica, Diciembre 2017.
https://cecilioandrade.blogspot.com/201 ... cnico.html