Como hablamos en Almería ... Eh!! Hermano.
Con estrés, y en un combate siempre hay estrés, que nadie se engañe, no hay tiempo para pensar.
Además el estrés no permite la realización de técnicas muy complicadas ya que lo primero que se degrada son la spicomotricidad fina y la avanzada, esto hace que la realización de técnicas precisas y complicadas, el encadenar movimientos y/o la coordinación ojo-mano-pies se convierta en muy complicada. cuando no imposible.
Querer hacer muchas cosas a la vez ya es difícil en condiciones de tranquilidad en un campo de tiro o en un gimnasio, pero si además incluimos:
- Sorpresa, que nos hace ir un punto por detrás de la acción del malo.
- Al ir ese punto por detrás nos hace querer acelerar aun más nuestros movimientos.
- El estrés, el miedo, la sorpresa generan reacciones fisiológicas que provocan que nuestros movimientos se vuelvan menos exactos, precisos y seguros.
- Lo anterior genera mayor estrés ya que sabemos que no está bien lo que hacemos.
Todo esto es un círculo vicioso.
Soluciones:
- Intentar entrenar previamente en situaciones lo más parecidas posible a la realidad.
- Minimizar la cantidad de movimientos y que estos sean instintivos.
- No pensar... actuar. "una mala técnica a tiempo es mejor que una estupenda dos segundos más tarde".
Pero además hay otro pequeño detalle:
Mi vida y las de las personas que debo proteger (familia, amigos, compañeros, vip) no son lo primero, son lo ÚNICO.
Eso significa que mi mente actuará bien enfocada:
Si me atacas.... tú caes.
¿... recuerdas aquella mañana en Almería y el moro que se dirigió hacia mi mirándome fijamente? en el último momento cambió la dirección, pero los dos estábamos a un instante de atacar al mismo tiempo y al mínimo gesto... ¿recuerdas?
Esa es la idea... como los gatos atentos al mínimo detalle y en tensión relajada.
Cuidense.