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Cecilio Andrade

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Un artículo que no les gustará y no deberían leer.
« on: June 08, 2017, 05:31:49 PM »
Un artículo que no les gustará y no deberían leer.

Por Cecilio Andrade.


No deberían leer este artículo, texto, trabajo, reportaje, o como quieran nombrarlo, de verdad que no deberían. Lo cierto es qu deberían poner su digital mirada en páginas más “cool”, más “fashion”.  De esas donde salen megainstructores exSEAL que además pasaron sus tácticos y operativos culos por los “GEO” de la Guardia Civil española y el BOPE brasileño, cuando no, y a la vez, por los “Spectznas” del sr. Putin. Y no se preocupen mucho, de esos abundan y hay “a manta”, no tendrán problemas en encontrarlos con ese perfil en poco tiempo.
Les prometo que hoy no hablaré de tácticas, procedimientos, tips, balística, municiones ni armas. Ni mucho menos, no hablaré de nada “molón” y entretenido.Y no lo haré porque simple y llanamente  estoy “emputado” y “encabronado” hasta las orejas, teniendo en cuenta que digo orejas porque mis gónadas están demasiado cerca del suelo como para ser representativas de algo.
Si. No relean, lo han leido bien. El megaeducado y comedido Cecilio Andrade acaba de soltar unos “palabros” fuera de tono y de lo que el civismo y la educación marca.
Pero, ¿saben que? Hoy hasta la hierba del jardín me toca los huevos, y no solo porque mida menos que el ratón Mickie. No. Me toca esas calientes partes por que mi nivel de soportar estupideces ha entrado en la zona roja, mi reactor atómico personal acaba de entrar en un “sindrome de China” fulminante. ¿No saben que es “sindrome de China”? Pues hoy  ya ven, ni tengo el horno para bollos ni el chichi para farolillos, por lo que les digo una cosa, igual que pueden buscar perfiles como los arriba descritos, pueden “perder” un poco de su ocupado tiempo en aprender algo útil. Y sí, así estoy hoy. No me disculpen, ni lo quiero ni me importa.
Bien, como buen pedante que soy, según la RAE, para quien no lo sepa es la Real Academia Española, esos que recogen y normalizan todo el como se habla en el mundo hispánico; sobre mis dos “palabros” malsonantes, pero muy y fielmente descriptivos, arriba expresadas dicen:

- Emputarse: 1. prnl. malson. coloq. El Salv., Hond. y Méx. encolerizarse.
- Encabronarse: 1. tr. malson. coloq. Enojarse, enfadarse.

Como pueden ver, ambas aceptadas y correctas. ¿Malsonantes? Sin duda alguna, pero a día de hoy me importa un “ardite”. ¿No saben que es un ardite? Sin duda Google o los “señores” arriba descritos se lo pueden explicar, o quizas ellos no, pero sin duda google si lo hará.
Algunos dirán que la primera es solo aplicable en determinada parte del mundo hispano parlante, sin duda tienen razón, pero el que escribe hoy soy yo y uso el idioma como considero. ¿Les parece? Perfecto. ¿No les parece? Tambien perfecto, como arriba les avisé, desde el título mismo, hoy no deberían leer este trabajo, y ya saben, “el que avisa no es traidor”. Enojado puedo cambiar algunas costumbres pero ni un ápice voy a modificar mis principios y valores, al contrario que muchos, y muchas, no tengo otros por lo que no puedo cambiarlos. Son únicos e inamovibles.
Así que , háganme caso, no sigan leyendo, busquen los perfiles arriba descritos y “a otra cosa mariposa”. Luego no digan “yo no sabía”, “yo creí que”, “supuse que”, “jamás imaginé algo así”… luego no busque excusas, que en definitivas cuentas “son como los culos, todos tenemos y a todos nos huele mal”.
Cambien a otro texto, háganme caso, no sigan leyendo, no les gustará, además hoy no pienso releerlo para buscar erratas, así que seguro no les gustará, no insistan.



¿Aun siguen aquí? Uds sabrán lo que hacen. Mi consejo era de buena fe. Verán como al final se arrepienten y hubieran preferido buscar “cositas” de esos otros perfiles. Ya lo verán.
Si con avisos no pude convencerlos, veamos si lo logro con un poco de pedante y aburrida Historia.

Unas “historietas” heroicas de la Historia.
Historia 1. Segunda Guerra Mundial, Dunkerque 1940.
Un soldado alemán apuntaba al extremadamente joven soldado con su fusil Mauser. El joven soldado estaba atrapado contra el muro de  contención, apenas a unos cientos de metros del que con seguridad era uno de las últimas embarcaciones, o la última, que abandonarían la playa, en el desesperado intento de rescatar a las tropas copadas. El Sgto podría correr hasta la lancha y salvarse, sin duda podría llegar antes de que el alemán pudiera prestarle atención.
Sin darse cuenta se vió placando al alemán como en los mejores partidos de rugby en su Gales natal. Mientras forcejeaba recibió varios cortes de bayoneta, aun así observó como el muchacho lograba correr hacia la salvación del barco, no había observado ni al alemán ni a su placaje. Mientras levantaba los brazos para rendirse ante otros tres soldados enemigos más, pudo ver como  la última lancha abandonaba la playa, con, entre otros muchachos, el que él logró salvar con su placaje. Ahora le quedaba un largo cautiverio, eso si no moría desangrado antes.

Historia 2. Invasión otomana del Imperio Serbio,  río Maritza, 1371.
Un escudero sin caballero al que servir, eso era ahora, los turcos arrasaron las líneas serbias como una ola en la arena de la playa. Todos huían, al menos los pocos que sobrevivieron, pero él no podía hacerlo, su señor murío en la primera carga, y ahora debía mantener la línea como le juró hacer cuando lo admitió de escudero dos años antes. Un caballero no abandona a sus camaradas, el hecho de que fuera todavía un simple escudero no le daba la más mínima razón para imcumplir su juramento. Juró cumplir, de escudero o de caballero poco importaba. La caballería enemiga cargaba contra el campamento. Muchos habían huído ya, incluidos algunos “caballeros”. Solo quedaban atrás un puñado de escuderos, cocineros, herreros, aprendices, lo que hasta hace un momento era la “chusma” necesaria en toda campaña.
Mirando a derecha y a izquierda formaron una línea, debían retrasar la persecución para que los que huían tuvieran la más infima oportunidad de salvarse. No había armas gloriosas, se veían martillos de herrero, hachas de despiece de carnicero, garrotes, el mismo solo tenía lo que con mucho optimismo se podía definir como una espada corta, aunque la mayoría no le daría más privilegio que el de una simple daga larga. Nada de arqueros, armaduras, escudos ni cascos, nada más allá de simples petos de cuero  para los afortunados herreros y aprendices.
No los detendrían pero tocaba ponerse en la línea.

Historia 3. Invasión otomana del Imperio Serbio, pueblo de Chernomen, 1371.
Las noticias que llegaron del rio Maritza eran abrumadoras. Los turcos habían arrasado las lineas cristianas como una hoz en la época de cosecha. Pequeños núcleos, heróicos para algunos, desesperados para otros, estúpidos para la mayoría, lograron ralentizar el avance del invasor infiel. Pero tampoco tanto.
La caballería avanzada del enemigo ya cargaba contra el puerta que defendían las milicias improvisadas. El, un simple panadero, al frente de viejos y niños, armados de poco mas que garrotes y hierros herrumbrosos que en alguna época fueron espadas y lanzas. Temblorosos y aterrados en realidad, inútiles. Habían resistido todo lo posible con la puerta abierta para admitir a todos los espantados sobrevivientes dentro de la indefendible ciudad. El futuro no era cosa suya, solo el momento, salvar las vidas que pudiera aunque solo fuera por unos segundos más.  Empujó la puerta con el hombro mientras notaba los golpes de espadas y hachas contra la misma. Logró aguantar lo justo para convencer al enemigo que era mejor buscar víctimas más fáciles y colaboradoras.
Logró ganar un tiempo más de vida para el y los suyos. Un poco al menos.

Historia 4. La última V2. Londres, 1944.
Nadie escucho nada, ni el más mínimo aviso, alarma, silbido en el aire, casi ni la explosión. Solo una nube instantánea y un huracan de aire denso como el acero que destrozaba todo a su paso. Logró levantarse, sorda y sangrante, apoyándose, mutuamente, con su compañera de la fábrica. Ambas caminaban para entrar a su turno en la fábrica de municiones cuando el mundo desapareció en el caos.
Miraron el entorno desorientadas para descubrir a uno de los vigilantes de zona sangrando en el suelo. Le faltaban ambas piernas a la altura de las rodillas. Moriría en segundos. Sin coordinación ni voz alguna ambas corrieron hacia él mientras se arrancaban y rompían tiras de sus faldas y camisas. Cada una se hizo cargo de un muñón, sin hablarlo, solo actuando, cada una apretó uno de esos torniquetes improvisados que les habian hecho practicar en las clases obligatorias de primeros auxlios en la fábrica.  Al instante la letal y doble hemorragia se frenó, dando una oportunidad a su compatriota, si la ayuda mejor equipada no tardaba en llegar, obviamente.
Su parte estaba hecha.

Historia 5. Un puente demasiado lejano. Arnhem. 1944.
Había abierto sus puertas, la de la cafeteria y de su casa, a las tropas de valientes paracaidistas que habían logrado llegar hasta allí para liberar su país y ciudad. Eso fue cuando parecían victoriosos, ahora ya no lo eran, solo esperaban un milagro para salir de alli, no para vencer.
Aun así siguió preparando te, café, pequeños pastelillos y tragos de vino o coñac, lo que podía conseguirles para ayudarles a recuperar fuerzas y ánimos. Vencieran o no, era lo de menos, ellos hacian lo correcto y a ella, y sus vecinos, les tocaba hacer tambien su parte.

Historia 6. El Milagro del Marne. 1914
Cuando aquel día de principios de septiembre el gobernador de París reunió a todos los taxis de la ciudad para enviar con urgencia seis mil reservistas al campo de batalla, nadie quería creerlo. En la memoria colectiva quedó sobre todo la imagen espectacular, e increíble, de seiscientos setenta automóviles, la mayoría taxis modelo Renault AG de color rojo, reunidos ante el Hôtel des Invalides. Pero al final el aporte de los refuerzos de París había sido fundamental en el desenlace de la batalla. Lograron llevar los refuerzos y traer en el viaje de regreso a todos los heridos que consiguieron cargar.
Los taxistas de París lo lograron, ayudaron a Francia a resistir las hordas teutonas que de otra forma hubieran arrasado ciudad y país. Los taxistas lo hicieron.

Historia 7. Sitios de Zaragoza. 1808.
Había perdido todas sus armas, pero por suerte conservaba su caballo, con el que podía lograr sacar una buena ventaja, sobre todo teniendo en cuenta que los gabachos estaban con una casi elogiosa dedicación entretenidos en el saqueo y violación, arrasando todo a su paso. ¿Por qué no había huído? ¿Por qué descabalgó? ¿Por qué “carajo” cargó desarmado con un simple palo contra soldados perfectamente equipados y motivados? ¿Por defender a la damisela en peligro? ¿Por principios? ¿Por ser un héroe? ¿Por qué era lo correcto?
Ya no importaba, la damisela y él mismo yacian desangrándose, uno al costado del otro, casi como amantes, atravesados por bayonetas forjadas al otro lado de los Pirineos. Le quedó el consuelo de que, aun no pudiendo salvar la vida de la muchacha, que boqueaba con desesperación a su lado, otras varias si lo habían logrado junto con sus amigos y compañeros. Gracias a su “entreteniemiento” pudieron llegar a lo que aun resistía de las líneas hispanas.

Fin de las “historietas” heroicas de la Historia.
¿Les gustaron? A muchos, y muchas, seguro que si. A otros muchos, y otras muchas, les parecerán imágenes bárbaras y salvajemente inhumanas de otras épocas igualmente bábaras, salvajes e inhumanas, amén de totalmente ajenas a su vida y contexto habitual. Seguro.
Lástima que el mundo real se empeñe en contradecirlos. Pero bueno, finalmente, Cecilio, preguntarán, las “batallitas” esas, ¿a que “carajo” vienen?
Tranquilos. Ahora lo verán, también “historieta” a “historieta”, como les dije y advertí, deberían haber buscado lecturas más gratificantes. El avisa no es traidor. Sigo enojado por si no lo habían notado.

Pasemos al idílico mundo “ideal” y “pacífico” del presente.
La noche del sábado se registraron dos actos terroristas en la ciudad de Londres que dejaron un saldo de una decena víctimas mortales  y cinco veces más de heridos. Los tres bárbaros fueron abatidos en apenas 8 minutos tras su primera agresión. Un aplauso para las fuerzas del orden del Reino Unido, buen trabajo.
Pese a la tragedia, la jornada también dejó relatos de heroísmo y ayuda mutua como los que siguen. Les ruego que los comparen con las Historias anteriores, quizás muchos no vean similitudes, quizás otros si vean paralelismos, quizás incluso piesen.

Historia 1. Un jugador de rugby.
Un policía que estaba durante su día libre fue uno de los primeros en atender la escena del atentado, el agente resultó apuñalado al tratar de detener a uno de los tres atacantes haciéndole un simple placaje de rugby, deporte que practica. El policía resultó herido y se encuentra en condición crítica después de sufrir lesiones de cuchillo.

Historia 2. El policía novato y su bastón.
Un oficial de la Policía Británica de Transporte, TBP, que lleva solo dos años en la institución, se enfrentó a los atacantes armado sólo con su bastón. Resultó gravemente herido. El agente fue uno de los primeros que llegaron a la escena y recibió puñaladas en la cara, la cabeza y la pierna, al intentar detener la furgoneta.
Mostró enorme coraje ante el peligro, al igual que muchos otros que estaban en la escena y se apresuraron a ayudar. A pesar de resultar seriamente herido, fue capaz de enfrentarse a los atacantes armado sólo con su porra, fuera de la estación de London Bridge.

Historia 3. Cocinero defendiendo la puerta.
Sergio Fariña propietario del Arthur's Hoopers en Borough Market puso a reguardo en el interior de su restaurante a unas 40 personas, uno de los terroristas intentó entrar y el mismo Sergio forcejeo y resistió hasta que el asesino desistió. Sergio pudo ver el cinturón de explosivos falso pero no retrocedió por lo que evitó que se produjera una masacre en su local.

Historia 4. Los enfermeros que salvaron a una mujer
En el restaurante El Pastor en Stoney Street, en el área de Borough Market, uno de los atacantes apuñaló a una mujer en el pecho. Un cliente que trabajaba como enfermero y asistió e introdujo a la mujer en el local, donde lograron protegerse. Con la ayuda de un amigo, también enfermero, evitó que la víctima muriera desangrada en el lugar.

Historia 5. Generosidad y apoyo.
Algunos londinenses compartieron el hashtag #SofaForLondon, sofá para Londres, en las redes sociales para ofrecer refugio, tazas de té, cargadores de celular, alguien para conversar o un espacio para dormir. Los trabajadores del bar Royal Oak dieron refugio a unas 150 personas después del ataque.
Después de los ataques, también hubo historias de generosidad de gente que apoyó a los servicios de emergencia brindando agua o alimentos a los policías que trabajaron intensamente esa noche. Trabajadores de supermercados ofrecieron suministros a los oficiales de policía el domingo por la mañana. El gerente de un McDonald's cerró el restaurante al público para  entregar el resto de alimentos y cajas de agua a los servicios de emergencia.

Historia 6. Los taxistas.
Un taxista en el Puente de Londres en el momento del ataque, al ver que apuñalaban a una mujer, intentó atropellar al agresor, por desgracia el atacante lo esquivó, pese a todo se ganó tiempo para muchos otros. Otros taxistas sacaron a cualquier persona atrapada en el área del puente. Otro conductor alertó a una joven estudiante de enfermería que estaba en un cajero de que el atacante estaba cerca de ella; la joven corrió tan rápido como pudo y logró resguardarse en un almacén.

Historia 7. El Héroe de la Patineta.
Ignacio Etxebarria estaba con sus amigos, regresando de una tarde de patineta, cuando observó a uno de los terroristas apuñalando reiteradamente a una mujer, sin dudarlo agarró su monopatín y cargó, si, leyeron bien, “cargó” a golpear al asesino. Lo último que recuerdan sus amigos es como era apuñalado por la espalda por otro de los criminales. Ni siquiera de frente y de uno en uno pudieron con él.

¿Comparaciones odiosas?
¿Qué han visto? ¿Comparables las Historias? ¿Si? ¿No?
Cada conciencia debe juzgar si existe o no esa similitud, según época, cultura y cisrcunstancias.
Yo tengo la mía.

¿Indefensión aprendida? ¿Avergüenza luchar por la vida?
Esa es la “excusa” que hoy en día alegan muchos, y muchas. Vivimos en una época civilizada, todo se arregla de “buen rollo”, charlando civilizadamante. Tal como esos miles de casos aislados de enajenados vienen a demostrar, todos se detuvieron ante la primera persona que se lo indicó civilizada y educadamante. Faltaría más. ¿No les recuerda una película de Silverter Stallone y Wesley Snipes? ¿Demolition Man? Aquello de “ciudadano, o ciudadana, permanezca inmovil”, “propicios días” y demás “mundo de Yuppy”.
Pues bien, noticia de última hora, Yuppy no tiene mundo, es tan fantástico e imaginario como Narnia, Mordor, Klingon, Tattooine, etc.
En el nuestro, esa canica azul, verde, cada vez menos, y ocre, cada vez más, hay, existen, viven, hordas de orcos, trolls, tropas del imperio, borg y demás escoria que si no se les detiene se comen cuanto decente y honesto existe en esa maltratada canica.
Y como no hay un señor policia en cada esquina de nuestro mundo real, como no poseemos el poder de leer los malos, ni los buenos, pensamientos de todo aquella basura bípeda que vive y respira con el único deseo de abusar, matar, dañar, atemorizar y todo lo negativo que se les ocurra; como nada de ese mundo perfecto y seguro existe, a veces, no muchas, pero cada vez más, les toca a los simples y bien pensantes ciudadanos actuar de primera línea de combate.
¿No les gusta? Lástima, a Mama Naturaleza, Papa Universo y Abuelos Mundo Real les importa algo así como… nada. El mundo, el ser humano, y todo lo que envuelve a ambos, como decía un viejo oficial en Afganistan,  “es lo que hay señores y señoras, y no hay más”.
Y para eso, ¿saben que cosa?, toca desempolvar unas cosas arcaicas, antiguas, que no tienen Bluetooth, ni wifi, ni Apps, ni email, web o enlace. Nada de eso tienen.
Alguno preguntará, ¿pero existen cosas así aún? La verdad no lo se, conozco las mias, las de Uds… Uds sabrán.
¿De que hablo?
-       Principios.
-       Valores.
-       Coraje.
-       Honor.

Una pequeña selección entre otras muchas cosas. ¿Les suena alguna? ¿Si? ¿No? ¿Tal vez?

Principios.
La definición más aceptada de Principios, y si, con mayúscula, es:
- Conjunto de creencias, normas, que orientan y regulan la vida de la organización. Son el soporte de la visión, la misión, la estrategia y los objetivos estratégicos. Estos principios se manifiestan y se hacen realidad en nuestra cultura, en nuestra forma de ser, pensar y conducirnos.

O sea, y parafraseando a mi hija que de pequeña me decía que no usara palabras “farmaceuticas”, es todo aquello que nos dice que está bien y mal en nuestra sociedad. En la sociedad en la que nos tocó vivir y decidimos permanecer. La vida es algo sagrado, sin duda lo es para casi todas las sociedades y religiones. Religiones y sociedades que a día de hoy, siglo XXI, solo una hace apología de asesinar a todo aquel “infiel” que no se someta.
En el resto de sociedades la vida es sagrada, vista como vista, se acueste como y con quien se acueste, viva como viva, crea en lo que crea, rece como y a quien rece, en definitiva, toda la vida es sagrada.
Y si alguien atenta contra esos Principios toca defenderlos, porque, no lo olviden, eso es cosa de todos. Los Principios no son solo cosas de militares, policias, personal entrenado, gente trasnochada, es cosa de todos y cada uno de nosotros, como ciudadanos de una sociedad. Sociedad mejor o peor, imperfecta siempre como todo lo humano, pero nuestra. Sociedad que hemos hecho crecer con sangre y dolor de miles de años y seres. Con sufrimientos de parto lento y doloroso. Donde millones han muerto y se han sacrificado, voluntaria o involuntariamente, para  que ahora tengamos una forma de vida civilizada y segura.
Y ¿saben que más? Si cada uno de los ciudadanos de esta sociedad no defiende cada milímetro de esos Principios, es un milímetro menos para el futuro. Y un futuro sin Principios no existe, no se equivoquen.

Valores.
Valores viene del latín “valere” lo que significa “ser fuerte”. Este vocablo alude a todos aquellos Principios que le permiten a los seres humanos mediante su comportamiento realizarse como mejores personas; es decir son esas cualidades y creencias que vienen anexadas a las características de cada individuo y que ayudan al mismo a comportarse de una forma determinada. Los valores posibilitan la determinación de nuestras prioridades, y ayudan a encaminar la vida del ser humano a una autorrealización; estas creencias permiten elegir a ese mismo ser humano entre una situación u otra, o entre una cosa u otra.
Los Valores morales corresponden a las acciones o comportamientos correctos o incorrectos, permiten diferenciar el bien del mal, de lo que se debe y lo que no, lo justo de lo injusto; por ende se puede decir que los valores involucran nuestros sentimientos y emociones; como por ejemplo cuando amamos o valoramos el amor y aborrecemos el odio; cuando estamos de acuerdo con la paz y no con la guerra; cuando valoramos la libertad contra la esclavitud. Cada individuo debe identificar sus Valores, y al hacerlo se dará cuenta de lo que realmente es importante para él.
Para mantener los Valores, y Principios, necesitamos actitudes y conductas, ya que es la manera en la que se actúa en un momento determinado, de acuerdo a lo que creemos, sentimos y valoramos. Los Valores son valiosos por lo que son, es decir por lo que pueden llegar a significar o representar en una sociedad dada, y no por lo que se opine de ellos.
Entre los Valores más comunes en toda sociedad humana se pueden mencionar: responsabilidad, respeto, audacia, compromiso, compasión, consistencia, competitividad, cortesía, creatividad, confianza, disciplina, justicia, bondad, lealtad, apoyo, gratitud, entre muchísimos otros que Uds pueden añadir.

Coraje.
Una sencilla palabra, Coraje. Con ella podemos ver dos significados aparentemente antagónicos para muchos, y que para mi, y otros seres humanos, espero que muchos, en realidad son complementarios.

- Valor, decisión y apasionamiento con el que se acomete una acción, especialmente con que se acomete al enemigo o se afronta un peligro o una dificultad.
- Rabia, enfado o disgusto, especialmente el que causa no haber podido evitar una situación o suceso adversos.

Es una palabra curiosa, ya que es prestamo del francés del siglo XIV, “courage”, que significa valentía; a su vez derivado del latín “cor”, corazón. Las dos acepciones del sustantivo surgen de corazón y están relacionadas con el área de los sentimientos.
Como podemos ver, etimológicamante pertenece a la familia de “corazón”. Y si a cualquier ser vivo se detene el corazón, ¿qué ocurre? Así es, se muere.
¿Qué le ocurre a una sociedad sin coraje para defenderse? ¿Para defender sus Principios y Valores? ¿Para defenderse como individuos de esa sociedad? Sin coraje, etimológicamente hablamos de corazón no lo olviden, esa sociedad perece. Punto.
¿No me creen? Roma, Aztecas, Persas, China Imperial, España Imperial, Sacro Imperio Románico Germánico… ¿sigo?
Por cierto, coraza, la palabra, tiene el mismo origen etimológico. Qué curioso, ¿no creen?

Honor.
Esta si se considera hasta despreciable y trasnochada a día de hoy por tantos y tantas. Somos tan banales que confundimos Honor con la la simple reputación, y esta con fama y notoriedad.

- Cualidad moral que impulsa a una persona a actuar rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral.
- Respeto y buena opinión que se tiene de las cualidades morales y de la dignidad de una persona.

Honor viene del latín “honos”, “honoris”, describiendo cualidades como rectitud, decencia, dignidad, gracia, fama, respeto, etc. que deben tener las personas que ejercen un cargo público. De ahí también las palabras honesto, honrado, honradez, honra, honorable, etc.
“Deben tener”, que no es lo mismo que “tienen”. Dicho esto solo piensen una cosa más, todas las cualidas morales descritas son las que deben marcar nuestra hoja de ruta en la vida, y la brújula de la misma ruta debe ser nuestra conciencia.
Y si, ya se, conciencia propia hay poca y cada vez menos, lo se, no me lo recuerden.

Ya termino.
Principios… Valores… Coraje… Honor…
Y sí, sigo emputado y encabronado, porque solo veo críticas, comentarios partidistas, acciones interesadas, usos comerciales y comentarios fuera de lugar.
Veo todo eso y muy pocas acciones que busquen no perder ni una sola gota del sacrificio y esfuerzo de tantos en la Historia del Mundo y de unos pocos en la del hecho del sábado en Londres.
Ahora si quieren hablo de otras ciudades, París, Madrid, Berlín… tengo muchas, Londres solo fue la gota que colmo mi “sindrome de China” personal.

[size=150]DEDICADO.[/size][/b]
Dedicado a todos las heroinas y héroes que con cada acto cotidiano de Coraje y Honor mantienen vivos los Principios y Valores de nuestra Sociedad. Principios y Valores por los que tantos se han sacrificado a lo largo de la Historia.

Dedicado en particular a dos Héroes del momento:

Don Ignacio Echeverría, mi Héroe del Monopatín, su corazón tomó el control de su Coraje para defender con Honor sus Principios y Valores, muriendo por una desconocida que el fondo somos todos, con lo que en definitiva … murió por nosotros. No son los medios, las armas, el equipo, somo nosotros la medida de lo que debemos hacer, de lo que es correcto y de lo que debemos pagar. Y el pagó… pagó por todos.


Don Victor Sánchez, policía local comprometido e infatigable con su Deber, tambien con mayúscula. Cumplió con su Deber, libremente elegido, de proteger y servir a la Sociedad que le dio sus Principios y Valores, y lo hizo con Coraje y Honor hasta el último segundo de su vida. Don Calderón de la Barca dijo, “… porque aquí a lo que sospecho no adorna vestino al pecho,  que el pecho adorna al vestido…”. Hoy todos sus compañeros, de unidad, de profesión, de Deber, miraran su propio uniforme pensando que sin duda Victor le imprimió una nueva capa de Honor.

Y no, ciertamente Victor no fue en Londres, fue en otro de los frentes de la guerra entre barbarie y civilización.

Mas tránquilo me atrevo a decirles lo mismo de siempre, cuidense y cuiden de los suyos.
Háganlo con Principios, Valores, Coraje y Honor.

Gracias por leer hasta el final.
"Ve a decirles a los espartanos,
extranjero que pasas por aqui,
que, obedientes a sus leyes,
aqui yacemos."
                                   Simonides.

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