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Ivan Kuma Dog Reboli tiene 46 años de edad y fue el primer italiano en ganarse el título de Dog Brother en 2007. Su periplo marcial comenzó con el Judo y continuó con el Kungfu, entrenando incluso en Shaolin y en la Universidad de Beijing. Luego, en la búsqueda de su camino marcial, estudió JKD, Kali, Silat y practicó StickFighting bajo las reglas de la WEKAF, convirtiéndose en instructor de esta modalidad y participando en diversos campeonatos en Italia, resto de Europa y en el mundial celebrado en Filipinas con la selección de su país.
Su adhesión a los Dog Brothers ha sido un hito fundamental en su carrera marcial hasta el punto de, como él dice, haberle permitido construir un camino de vida a partir de ahí. Recientemente, en Febrero de este año, visitó España para impartir un taller de formación invitado por el colectivo Stick Fighting Open Lab, un dinámico colectivo con sede en Bilbao que está despuntado con su trabajo y labor de difusión del StickFighting en nuestro país. Pues bien, aprovechando la ocasión, tuvimos la oportunidad de charlar con él y de esa conversación salió la entrevista que compartimos a continuación:
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Empecemos con una pregunta sencilla y frívola. ¿Por qué el apodo de Kuma Dog?
Bueno… ¡Adoptar el nombre de Kuma Dog fue algo así como recoger la antorcha! Comencé a trabajar el sistema de los Dog Brothers debido a un incidente que se produjo mientras entrenaba con un amigo muy querido para el campeonato mundial WEKAF. Ese incidente condujo a mi amigo a explorar métodos alternativos de combate armado y fue así como conocí a los Dog Brothers. Entrenar de continuo con él hizo que desarrollásemos la actitud correcta hacia el combate. Cuando tuve que elegir un nombre, en 2006, no sabía cuál elegir. Benjamin sugirió Mastiff Dog (perro mastín) pero no encajaba con mi carácter. Y mi amigo me propuso usar Kuma. Él quería haberlo usado pero la edad le estaba alcanzando y no tenía claro si podría emplearlo algún día. Así que decidí aceptarlo para, de esa forma, permitirle continuar luchando a través de mí. Este el origen del apodo Perro Oso.
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Creo que cuando uno lleva tiempo en esto de las artes marciales se empieza a dar cuenta de que no es cuestión de sistemas o técnicas sino de principios universales al combate. Si se analizan diferentes artes marciales y se va más allá de la superficie, uno puede encontrar similitudes incluso entre sistemas de culturas muy diferentes. ¿Está usted de acuerdo con esto? En caso afirmativo, ¿Qué principios universales cree que serían esos?
Estoy completamente de acuerdo. Efectivamente, el concepto de artes marciales trasciende sobre sistemas o técnicas específicas, debiendo en cambio enfatizar principios universales de combate. Cuando se analizan en profundidad distintas artes marciales surgen similitudes incluso entre entornos culturales muy diferentes. Algunos principios universales son los siguientes:
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1. Sentido de la distancia apropiada y de la oportunidad. Esto es algo fundamental para la ejecución exitosa de las técnicas.
2. Equilibrio y desplazamientos. Ser capaz de mantener una base sólida y saber desplazarse adecuadamente es crucial para la estabilidad y movilidad en combate.
3. Economía de movimiento. El uso eficiente de la energía y el movimiento es un principio universalmente compartido que enfatiza la supresión de acciones innecesarias.
4. Mecánica corporal. Utilizar la mecánica natural del cuerpo humano para generar potencia y palanca es otro tema común en las artes marciales.
5. Conciencia y concentración. Desarrollar la conciencia en el momento presente y el entorno, así como mantener la concentración en el oponente son cruciales para tener éxito en combate.
6. Adaptabilidad. La capacidad de adaptarse a circunstancias cambiantes y las diferentes tácticas de los oponentes es otra competencia requerida universalmente.
7. Mentalidad y Disciplina. Los aspectos mentales o psicológicos constituyen variables fundamentales que influyen en el éxito de un artista marcial. Disciplina, perseverancia y mantener el enfoque son esenciales.
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Reconociendo y comprendiendo estos principios universales, los artistas marciales pueden mejorar su desempeño en general, independientemente del estilo específico que practiquen. Sin embargo, existen ciertas diferencias que tienen su raíz en los motivos por los que se decide estudiar un arte marcial o un deporte de combate.
En nuestra sociedad, las artes marciales constituyen fundamentalmente una herramienta de expresión o de recreo para el ocio. E incluso hay diferencias entre instructores. Mientras que algunos nunca han peleado, otros tienen toda una vida de experiencia de combate. E incluso aquí podemos distinguir entre lo que son simples duelos amistosos o deportivos y las confrontaciones en el mundo real.
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Mas allá de lo anterior, es evidente que cada luchador tiene su estilo de pelea. ¿Cuál es el estilo de pelea de Kuma Dog?
Es una cuestión compleja. Ciertamente, mi estilo ha ido evolucionando con el tiempo, influenciado por las experiencias durante los distintos combates y los objetivos que he ido estableciendo en estos 20 años.
Uno de mis alumnos dice que se parece al juego del Whack a Mole. Se debe a que en los últimos años me he centrado mucho en el ataque para ser lo más efectivo posible. Al ser zurdo me costó bastante lograr esa efectividad y, ciertamente, el análisis, la estrategia y la técnica han sido indispensables para ello, especialmente desde el punto de vista psicológico. Los aspectos más difíciles de construir, al menos para mí, están relacionados con las características intrínsecas de la persona que practica este tipo de combate.
Respecto a mi sistema de enseñanza, me gusta enormemente personalizar la manera de pelear de cada uno de mis alumnos, de manera similar a como un sastre confeccionaría un traje a medida, en base a sus inclinaciones y experiencias. Desde luego, es imprescindible construir unos sólidos fundamentos técnicos. Es una buena forma, en mi opinión, de reducir la tensión en combate. Ten en cuenta que en un Gathering no dispones de mucha información acerca de la persona contra la que vas a pelear o sobre cómo se comportará tu mente durante ese desafío, así que una adecuada preparación técnica y la estrategia correcta son cruciales para la seguridad en uno mismo y gestionar el miedo y la reacción ante lo inesperado.
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Dentro de las DBMA parece que tenemos ya dos ramas, la norteamericana y la europea. ¿Qué es lo que las diferencia realmente? ¿Vamos a terminar encontrando una dicotomía como la existente, por ejemplo, entre el Dutch Muay Thai y el Muy Thai?
He luchado en ambos colectivos y no he apreciado diferencias significativas en la manera de pelear. El hecho de que los líderes se muevan entre Europa y América permite el intercambio fluido de ideas e información, facilitado también por Internet. A través de los diferentes sitios web oficiales se pueden observar diferentes realidades.
A título personal, sí que puedo decir que en los Gatherings existen algunas diferencias. En EE.UU. hay mayor uso de cuchillos ocultos y el nivel de agresión es más alto, probablemente porque el número de participantes es más grande y entre ellos hay soldados y ex-militares. Sería fantástico incrementar el intercambio de información, especialmente entre los distintos grupos, para que el sistema continúe evolucionando.
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Vamos a hablar un poco de la preparación de un luchador de palos. Pero vamos a ir más allá de la preparación física, sobre lo que podríamos encontrar mucho material por ahí, y vamos a centrarnos en la parte psicológica. ¿Cómo cree usted que debe prepararse psicológicamente un luchador de palos? Un Gathering puede ser una experiencia muy estresante y eso afecta al rendimiento…
La faceta psicológica es crucial. Un Gathering comienza desde el día en que decides participar y, partir de ahí, transcurre por varias etapas. Recuerdo mi primer Gathering tras volver del campeonato mundial WEKAF. Un buen amigo me regaló un CD, todavía en uso en ese momento, que contenía todos los incidentes ocurridos en los Dog Brothers. Ese vídeo cambió mi perspectiva, oscilando entre el deseo de ganar y el de salir ileso y volver a casa con todos los huesos intactos.
Así pues, todo comienza con la intención inicial de sobrevivir, y continúa con la aceptación de lo que vas haciendo durante tu entrenamiento hasta que te sientes listo para pelear. Personalmente, utilizo estrategias de preparación extraídas de la psicología deportiva para construir la mentalidad adecuada. Otro aspecto importante es pasar un tiempo a solas antes de empezar, para autoevaluarse y encontrar la determinación y agresividad necesarias para el combate. Y éstas son cosas que debes aprender a encender y apagar; en otras palabras, debes controlarlas. Vivir en estado de agresión permanente durante meses sería agotador.
Un Gathering permite conocerse a uno mismo, y si aspectos de tu vida anterior no están en orden, como la salud, la familia y el trabajo, no puedes dedicarte con serenidad a este desafiante viaje personal que lo cuestiona todo, y con la incertidumbre acerca de cómo se han preparado los demás. La estrategia y la transparencia personal sobre las condiciones en las que uno se encuentra, son un punto de partida importante. En términos del cronograma, hubo una intensa fase preparatoria inicial que duró nueve meses, luego se redujo a 6, y actualmente tengo un límite de tres meses para prepararme mentalmente de cara al enfrentamiento.
Por supuesto, también es importante pensar en los instantes posteriores al Gathering. Al fin y al cabo, es un momento de violencia que hay que gestionar de manera racional y consciente para evitar abandonarse a él.
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Usted compitió en combate con palos bajo el formato de la World Eskrima Kali Arnis Federation e incluso llegó a formar parte de la selección nacional de su país para participar en el campeonato mundial en Filipinas. Ese formato tiene muchas limitaciones con relación al de los Dog Brothers. Por ejemplo, no se admiten golpes bajos de rodilla, no se pueden emplear puñetazos, patadas o rodillas, ni golpear cuando se mantiene agarrado el palo del oponente, etc. ¿Cómo recuerda su experiencia de aquella época bajo su perspectiva actual?
Lo recuerdo como una experiencia positiva, especialmente el viaje a Filipinas. Ciertamente son dos escenarios completamente diferentes en cuanto a las habilidades requeridas y los riesgos intrínsecos. No obstante, resultó muy educativo en cuanto al aprendizaje sobre el uso del palo y la gestión de distancias, aunque fue mucho menos intensa si la comparamos con la experiencia en los Dog Brothers. Si bien fue agradable participar como atleta en un campeonato mundial representando a mi país, no resultó un camino plenamente satisfactorio para mí. Fue una travesía de seis años durante la que aprendí mucho sobre el trabajo duro y en equipo, y sobre la decepción, pero también acerca de la victoria y la mentalidad competitiva. Sin embargo, todo quedo ahí. En cambio, con los Dog Brothers realicé un auténtico viaje interno para aprender a gestionarme a mí mismo y a mis emociones; un camino más acorde con mis objetivos.
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En línea con la pregunta anterior, personalmente considero que muchos sistemas marciales han experimentado un grave proceso de dilución cuando se ha pretendido encajarlos en un molde deportivo. ¿Y usted? ¿Qué opina de que se pretenda convertir a las artes marciales en un deporte?
No considero un error desarrollar un deporte a partir de un arte marcial. Esto no implica diluir su valor, sino todo lo contrario. Si consideramos las artes marciales tradicionales, todas tienen un componente tradicional, como las formas, y otro de combate, a menudo deportivo. Este último, lejos de diluir, simplifica, aunque esté codificado con reglas específicas De acuerdo con esto, habrá elementos que funcionen en el deporte y permanezcan ahí, y otros que se mantendrán en las artes marciales por mera tradición, bien porque han perdido su significado o porque ya no se encuentran en el contexto correcto.
En mi opinión, son dos caras de la misma moneda que permiten continuar el camino a lo largo de toda una vida. Habrá quien practique un arte marcial sin propinar siquiera un puñetazo porque le hace sentir bien y le ayuda a gestionar su vida de manera más eficaz. Y otros, por contra, sólo pueden encontrar ese equilibrio a través del combate. Para mí, ambos enfoques son válidos. Las artes marciales o los deportes sirven principalmente para conocerse a uno mismo y gestionar las dificultades del día a día. Si todo se redujera a la defensa personal o al ring, no tendría mucho sentido. Permiten construir un camino de vida.
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¿Cree usted que las artes marciales que buscan la “Verdad del Combate” están en peligro de extinción? Después de todo, su base de practicantes es pequeña y los instructores más insignes o relevantes se van haciendo mayores, sin garantías de que haya un relevo.
No creo que estén en riesgo de extinción, siempre y cuando llegue a existir una buena difusión. Ciertamente, será necesario construir nuevos caminos para las generaciones futuras. Cuando se habla de la “Verdad del Combate”, si lo consideramos en términos bélicos, todas las artes marciales están fuera del mercado.
Las artes marciales sirven para infundir confianza a la hora de manejar ciertas situaciones; en caso contrario, podría ser necesario modificarlas o profundizar en ellas. No creo que el combate real tenga nada que ver con la defensa personal o cualquier otra cosa; para mí, es una cuestión de prevención.
El nuestro es un deporte de combate de alto impacto, tan peligroso como las MMA. Ahora bien, ¿hay reglas en los Dog Brothers? Claro que sí. Está el sentido común, que es la regla más importante. Confiamos nuestra vida a los demás y ellos hacen lo mismo. Esto es fundamental para ser aceptado por el grupo. Aunque hay diferentes clanes, sólo hay una bandera.
Y no es cierto que no haya habido un relevo generacional en Dog Brothers; el problema radica en la falta de comunicación entre los distintos grupos y la transferencia de información. Hay muchos instructores válidos además de los fundadores, pero no todos se publicitan o hacen de ello una profesión.
Para dilucidar si un instructor es válido, resulta fundamental saber con quién ha estudiado y si ha tenido contacto con los fundadores del sistema. Es esencial comprender su espíritu y las técnicas básicas, aunque esto se aplica a cualquier disciplina. Estudiar con quienes fundaron un sistema o profundizaron en sus conocimientos durante mucho tiempo podría conducir a un nivel más alto que buscar respuestas por uno mismo.
Para mí, hay dos caminos: un viaje personal que puede detenerse en la construcción de un sistema de combate propio, u otro como instructor donde uno aprende de muchos para ser capaz de personalizar la enseñanza a cada alumno. Depende de nosotros los docentes difundir y hacer avanzar este sistema. Yo también estoy envejeciendo, y construir una escuela donde se practique DBMA y tener jóvenes entrenando, y tal vez alguien peleando en Gatherings, será el objetivo para los próximos años.
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¿Cómo le influyó su paso por la Escuela de Inosanto y cuál es el enfoque allí del sparring con armas? Muchos DogBrothers salieron de allí y su impacto en las DBMA es más que evidente.
Entrené en la Academia Inosanto durante un par de años lo que me dio la oportunidad de conectar con muchos profesionales de las artes marciales, además de entrenar con Marc Denny. Ciertamente me proporcionó el método de investigación y el sentido práctico para abordar el combate con armas. Son muchos los artistas marciales que acuden a la Academia porque es un auténtico punto de referencia en la comunidad de las artes marciales. Estudiar allí fue una experiencia genial.
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¿Trabajó con armas durante sus años de Kungfu? ¿Qué opina de la concepción del combate armado del sistema que practicó, a la luz de su experiencia actual en este ámbito?
La verdad es que en el Kungfu estudié principalmente formas de mano vacía y Sanda. Introduje las armas por mi cuenta en las formas que practicaba, usando espadas o palos largos y siendo un juego más que otra cosa pero me resultó natural integrarlas. Más tarde, estudiando otro sistema, también llegamos a usar palos largos, pero mi profesor no estaba muy versado en su uso…
